Una revelión para Alberto
Les voy a contar la historia de un tal Alberto, quien era un escritor que constantemente ubicaba idénticos personajes con diferentes nombres en sus obras. Una mañana el novelista se levanto muy temprano y luego de desayunar fue a su escritorio para al leer el texto que estaba redactando. Encontró que las partes donde los personajes estaban involucrados en descripcioneso diálogos habían desaparecido. Miro en su biblioteca los libros escritos y tambiénhabía pasado lo mismo. Con el correr de los días las editoriales se quejaban y el público en general devolvía los libros. El no entendía que sucedía ya que recordaba haberlas escrito. Intento escribir nuevamente el dialogo de los personajes y estos se borraban ante su vista. Pensó que se debería al cansancio y decidió salir.Cuando volvió a su casa y abrió la puerta escucho voces en su escritorio, un poco extrañado trato de llamar a la mucama pero, esta no aparecía.No sabiendo que hacer se acerco despacio a espiar por el ojo de la cerradura, en ese momento la puerta se abrió, unos hombres lo levantaron y lo sentaron en el sillón de su escritorio y cerraron la puerta. A esta altura Alberto pensó lo peor pero, no era lo que el creía, lo supo luego, cuando uno de los hombres lo incrimino diciendo:- Bueno aquí estamos todos -- Todos - dijo Alberto.- Si todos, bueno, casi todos ya algunos no pudieron venir porque que está encerrados entre palabras de cuentos sin terminar.-- No entiendo- dijo perplejo.- De verdad, ¿no nos reconoces? Vamos…si somos los mismos que vivimos en tu mente e imaginación durante años, pero nos cansamos de trabajar constantemente de lo mismo, auque sea un éxito. Exigimos respeto, somos actores imaginarios y no títeres de un escritor –-¡Un momento!- dijo Alberto poniéndose de pie.Una mujer joven le sonrió diciendo:- Siéntate, por favor, y hablemos razonablemente, ya que de eso se trata de razonar.-dijo la mujer sentándose sobre su escritorio y cruzando las piernas. Alberto se sentó cuando reconoció a aquella mujer, como no lo haría si el la había creado, había nacido de su propia imaginación.- Bien Amigo Alberto-, dijo un hombre algo mayor que estaba sentado en un rincón de la habitación. - Hablemos claro solo queremos nuestra propia identidad y exigimos no ser vapuleados –- Eso mismo - dijo Una madre con tres hijos sentada sobre el sillón de terciopelo azul.-La mujer que estaba sentada sobre el escritorio extrajo un sobre de su cartera y lo coloco sobre el escritorio.- Ábrelo, por favor y encontraras mi razón para esta queja que es la de todos -Alberto creía estar volviéndose loco pero abrió en sobre y volco elcontenido sobre el escritorio.- ¡Son solo documentos de identidad!-, dijo sin darle demasiada importancia.- ¡Ja!¡Solo documentos de identidad!, dijo sarcásticamente uno que estaba cerca la puerta.- Si - dijo Alberto -- Claro - dijo una mujer e trajecito gris, - son solo documentos pero acaso te tomaste el trabajo de saber de quien son, míralos y lo sabrás -Entonces Alberto los miro y se dio cuenta que era la misma foto en distintos documentos, con diferentes nombres.- Bueno, ya los vi y ahora -- Ahora, dijo la de trajecito (que era abogada, según el cartelito que colgaba de su bolsillo)prepárate, porque esto tiene un nombre y es adulteración,de 30 nombres diferentes para una sola persona, te puede contar varios años de cárcel, eso sin contar la gran cantidad de ropa que nos hiciste comprar y usar para las representaciones.-- ¡Bueno basta de pavadas!, dijo Alberto enfurecido,- Uds. no tienen ni voz ni voto, yo los cree y por lo tanto puedo hacer lo que quiera con Uds.-- ¡No señor! -, grito una señora algo mayor golpeando con su bastón el piso.- Por supuesto que no - , dijo la abogada – Has involucrado mucha gente en tus historias, nunca recibimos un peso y encima pretendes que vivamos en la ilegalidad. No señor. Admito que me recibe graciasa tus palabras pero, eso no te da derecho a cambiarnos el nombre constantemente y el lugar de residencia y como si todo eso fuera poco debemos viajar en el tiempo cuando al señor se le ocurra. Tampoco tenemos vacaciones pagas y hace años que trabajamos sin descanso y eso, también es un delito.-- Esta bien, que pretenden – grito Alberto enfurecido.-¡Que pretendemos!- dijo una adolescente en rebeldía, que nos liberes ya mismo papito, y nos vuelvas a utilizar.-- Por supuesto- dijo la abogada extendiendo un papel en blanco, quiero que conste aquí el nombre e todos nosotros y el motivo por el cual nos dejas libre.- ¿Y cual seria el motivo?- dijo Alberto.- Tu carrera, tu prestigio sin contar los juicios que te harían por falta de cumplimento de contrato al no entregar las obras a tiempo-- Esta bien, lo escribiré- dijo Tomando su lapicera. Luego redacto lo pedido y se lo entrego.- Muy bien, muchas gracias - dijo la abogada caminando hacia la puertay mirando a los demás dio la orden de: - vamos -.Todos partieron y se escucho el rechinar de la puerta de calle.Alberto quedo atónito pensando que se estaba volviendo loco, así que al día siguiente fue a un psicólogo y le contó lo sucedido, este río y dijo:- No se que recomendarle señor, no he dado la ultima materia y no hepodido recibirme-- ¡Y cómo atiende entonces!-- Eso debería saberlo UD --¡yo! –- Claro, Ud me creo y nunca pude recibirme porque cuando lo estaba por hacer, me abandono con el cuento en un cajón de su escritorio –- ¡No! - grito Alberto y salio corriendo del lugar a la calle, al doblar la esquina un grupo de gente lo reconoció lo rodio y le pidió un autógrafo. Alberto siguió corriendo, enloquecido. ¡Pobre! Bueno pero, ahora esta aquí a mi lado como siempre, auque ya no me habla ni sus dedos tocan mi cuerpo, solo camina y mira todos los rincones de la casa,auque sospecho que algún día leerá mi libro al fin y al cabo debería hacerlo ya que me debe todo, porque gracias mi disfrutó de la fama.Ahora yo podré seguir escribiendo hasta que se corte la electricidad o la luz de emergencia que otra cosa puedo hacer si fin y al cabo soy solo una máquina, ¿Qué otra cosa puede ser una computadora?
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