Mi hija Daniela
Las luces de la Iglesia del pueblo se encendieron por completo, lamarcha nupcial comenzó, las puertas se abrieron y mi Daniela entro sola. Sus ojos cubiertos de lágrimas reflejaban la alegría del momento pero, ¿se puede llorar solo por amor?, evidentemente no y eso ella lo sabía, mejor dicho lo sabíamos todos los que la queríamos.Daniela, mi hija, la luz de mi vida, ¿cuantos años pasaron desde que vino al mundo? 20, no más, lo recuerdo bien, como recuerdo a su padre, Lucas, a quien conocí cuando solo tenía 17 nos enamoramos y casamos al poco tiempo, luego llegó Daniela, trayendo toda su alegría, todo nuestro mundo era ella, con solo mirarla sentíamos quehabíamos logrado la felicidad pero, duro poco, cuando nuestra hija tenía seis años apenas cumplidos, su padre murió. Estaba con nosotras y de pronto se sintió mal casi sin aliento me dijo:- Te quiero amor, cuida mucho a Daniela...- y allí su respiración sefue para siempre. Daniela se abrazo a su padre, no la podía sacar,desesperada y envuelta en un mar de lágrimas y llamé a la ambulancia,las dos solitas lo dependimos. Mi familia estaba lejos y yo estaba sola en la gran ciudad. No sabíaque hacer. Con el dinero que recibimos y con el que teníamos ahorrado, decidimos la vuelta a la casa de mis padres, conseguítrabajo y mi madre cuidaba a la nena por la mañana, por la tarde ibaal colegio y yo la pasaba a buscar a la salida de mi trabajo. Danielaparecía ser feliz pero, yo lo dudaba porque notaba que se encerraba mucho en ella misma, casi no hablaba y se quedaba inmóvil mucho tiempo como perdida, entonces decidí llevarla a un médico pero no tenía nada, luego fuimos a sicólogos , estaba bien. Pensé que, quizásera yo la que veía cosas donde no las había, sin embargo seguí observándola. Así paso el tiempo, un día mi madre me llama desesperada al trabajo diciéndome que fuera urgente que algo le había sucedido a mi padre ya Daniela, tambaleándome por la noticia logré llamar a un taxi. El cuadro que halle al llegar a casa era peor de lo que me esperaba mi padre acababa de morir y mi hija estaba perpleja no reaccionaba. Nopude despedirme debidamente de mi padre solo le di un beso en lafrente. Ahora solo debía ocuparme de ella. En la ambulancia me miraba fijo pero, no reaccionaba yo le hablaba, tomaba sus manos pero nada, no podía llorar, no ahora, mi hija me nesecitaba fuerte y segura a su lado. Nada la hacia reaccionar. Desesperada salí al pasillo y rompí en llanto. No lograba entender porque mi hija siendo tan pequeña tenía que pasar por todo esto ver a su padre y a su abuelo morir delante de ella, era demasiado su cabecita no lo podía procesar. Ya la noche había cubierto el cielo de estrellas, mire hacia la inmensidad y le pedí a Lucas y a mi padre que si nos veían de algún lugar que no permitieran que algo malo le pasara. Dos días después Daniela reaccionó. Entre en la sala y me estiro sus bracitos, me acerque despacio, me abrazo fuerte, luego se acurrucoen mis brazos finalmente dijo:- Sabes Mamá, anoche cuando dormía me visitaron papá y el abuelo, la enfermera los dejo entrar. Yo me quede perpleja, mi hija parecía estar delirando, solo la escuche para ver lo que maquinaba su cabecita. Ella continúo hablando...- Me dijeron que tenía que ponerme bien porque ellos siempre iban a estar cerca para ayudarme auque no los pudiera ver, y que para hablar con ellos tan solo debía mirar una estrella y pensar. Despuésme abrazaron, papá dijo que no debía llorar ni estar triste, luego sefueron. Sin saber que decir, la mire le sonreí pedí que durmiera, me senté a su lado tomando su manito chiquita. Al rato entro la enfermera, yo salí con ella fuera del cuarto y le pregunte, no se porque aún, si ella había dejado pasar a dos hombres.
-Si señora, - dijo-
Pero, cómo,- respondí enfurecida y asustada, ¿Deja pasar acualquiera que quiera ver a mi hija, debió haberme preguntado?- Señora, yo le pregunte, ¿no lo recuerda? estaba parada allí-, dijoseñalando,- junto el ventanal mirando el cielo-.
Yo ya estaba confundida. - Pero, ¿yo, que le respondí?-- Me dijo que si la escuchara y Lugo dijo que si era para ayudarlaque pasaran-
Seguía sin entender.-¿yo dije eso?--Si, lo que me extraño es que en ningún momento dejo de mirar el cielo, estaba extasiada-Bueno aquello era algo inexplicable pero, si había salvado a mi hijano le buscaría explicación. Pasaron los años, Daniela termino el colegio y en el viaje de egresados el colectivo volcó, algunos chicos resultaron heridos, Daniela repetía que ella la había salvado su padre que venía sentado a su lado y la ayudo asalir. Yo la seguía enviando al psicólogo pero decían que era normal,que no sufría ningún trastorno que tan solo tenía imaginación. Entonces le sugerí que escribiera las cosas que me relataba de su padre y de su abuelo que, según sus palabras siempre estaban a su lado para salvarla. Así logre o creí lograr que su mente se preocupara en otras historias pensando, equivocadamente, que la imaginación iba a aportar su parte, nada más lejano que eso.Una noche volvíamos con el auto del cine, por que estaba desierta. De pronto Daniela me dice:
-Frena mamá, allí esta papá, vamos a saludarlo-Yo pensé que estabaloca, mire pero no vi nada.
Para seguirle la corriente dije:-¿A dónde no lo veo?, sin dejar de manejar pero, aminorando lamarcha, y apretando nuevamente el seguro automático, no la iba adejar bajar por ningún motivo.
- Allá al frente de la iglesia- acoto
Mire había alguien parado pero no se podía ver su rostro, no se podía decir con seguridad quien era pero su padre seguro que no. Mire al frente y seguí viaje mi hija se enojo y se fue a dormir sin saludar. A la mañana siguiente trate de dialogar con ella pero, fue imposible, llame a su psicóloga y le conté el hecho, casi no le dio impotencia aludiendo que era solo porque extrañaba a su padre. Así fue pasando el tiempo y un día llegue a casa me extraño no escuchar música, ya que Daniela vivía escuchándola. La escena de miedo se volvía arepetir, ella estaba tirada en el piso inmóvil pero, con vida y otra vez la ambulancia, los médicos y las horas de espera. El medico me llamó y me dijo que al parecer era un problema mental que ella senegaba a vivir y como consecuencia de aquello anulaba con su mente elhabla y el movimiento de su cuerpo. Yo a esta altura ya no resistíamás.Igualmente trate de sacar fuerzas y no llorar, de allí en más fueron toda una larga lista de profesionales que nada podían hacer porque ella se negaba a ello.Un día estábamos en la clínica, para una de las tantas secciones que ningún efecto hacían y yo no podía más me fui cerca del ventanal y melargue a llorar, una mano firmese apoyo en mi hombro, me di vuelta rápidamente. Era mi madre, medijo:-¿Que sucede hija?-- Pero, mamá ¿Qué haces acá, porque no vas a casa a descansar?Me llevo hacia los asientos y charlamos de Daniela.
Ella tomo mis manos y dijo:
- No te preocupes hija todo tiene solución en la vida -
- Mamá no se que hacer, no tiene explicación lógica -- Quizás no la hay, tal vez debas aceptarlo -.
- No, me resigno a ello, es tan joven -
- Entonces si ya agotaste todos los caminos posibles busca losimposibles-
- No entiendo, ¿A qué te referís?- dije mirándola y secando mislágrimas.
- No malgastes tu tiempo en penas y lágrimas, por un momento pense que hubiese hecho Daniela y trata de seguir sus pasos-.
- Sería una locura- seguramente.- ¿Qué perderías con intentarlo?, busca en tus pensamientos en tucorazón en tus recuerdos-.
- Bueno, hija te dejo porque ya es tarde, me vuelvo a mi lugar--¿Volves a casa?, se me ocurrió preguntar.
- No lo creo – dijo en tono de broma y se fue por el pasillo, la mire
hasta que se perdió tras la puerta y trate de descifrar sus palabras.
Estaba sola con mis pensamientos, cuando salió la enfermera, dijo que esa noche era mejor que Daniela se permaneciese en el hospital porqueno la veían bien. Todavía había algo de sol. Decidí caminar un poco suspire hondo y sin pensarlo me encamine hacia la iglesia del pueblo, donde Daniela había visto a su padre. Entre estaba vacía hacia muchos años que no pisaba una iglesia. No recordaba como rezar pero le pedía Dios que salvara a mi hija que le permitiera vivir, caminar, hablar y sentir como una mujer que terminara con su angustia y también prometí nunca más juzgarla por sus pensamientos y actos por más incoherentes que estos fueran. Luego me senté en el antepenúltimoasiento mirando el altar. Una mano pesada y fría se apoyo en mihombro, quise darme vuelta pero no pude, Quede petrificada, helada,un escalofrió recorrió mi cuerpo, mi respiración se corto. Finalmenteya no sentí el peso de la mano y pude mirar hacia atrás no había nadie. ¿Qué había sido aquello? No lo supe solo lo supuse cuando al llegar al hospital la enfermerame informa que mi hija estaba bien que podía pasar a verla. Llame acasa para visarle a mi madre que su nieta estaba bien, me atendió una vecina y me dijo que mi madre había muerto a la mañana y que no habían podido localizarme para avisarme. No entendía nada si mi madre había estado conmigo toda la tarde o ¿solo me pareció que estaba? No sabía que hacer y a juzgar por lo hechos no le contaría nada de ello a mi hija. Pasaron los años y otra vez estábamos solas, aprendí a entenderla sin juzgar sin analizar los hechos ¿qué otra cosa podía hacer? Finalmente mi hija terminó sus estudios universitarios y entro atrabajar en una compañía aérea, allí conoció a Estaban, pero no quiso presentármelo, solo me comunico que se casaría y que entraría a la iglesia del brazo de su padre, el de ella, que cuando lo viera a su futuro marido iba ser una sorpresa para mi.Yo a esta altura ya no opinaba solo dejaba que los hechos sucedieran, me parecia haber vivido tantos años que ya no recordaba que tan solo tenía 37 años. Así llego el día de la boda, con el salón alquilado y el viaje pago. Y aquí me encuentro ahora viendo como mi hija entrasola a la iglesia creyendo que entra del brazo de su padre. Laobservo con lágrimas en mis ojos pensando... ¿Por qué su personalidadse roza con la locura? y aún no puedo entenderlo, con ansiedad tratode ver al novio pero no lo consigo, pensé que tal vez, sería porque lo tapaban me acerque un poco más y no lo vi. Ella seguía caminando llena de emoción y la gente murmuraba, me acerque como pude abriéndome paso entre la gente, ella avanzo, pareció darle la mano a alguien y se arrodillo frente al altar, a los pocos minutos se desvaneció y ya no despertó jamás. Otra vez y ahora de verdad, estaba sola en el mundo pensé ¿qué me motivaría ahora avivir? y me repuesta fue...nada. No encontraba una explicación para mi vida. Me encamine hacia el río dispuesta a tirarme, total ¿Ya mivida no tenía sentido? y eso hice creo...,no lo se, solo desperté en casa, con todos, que alivio,... ¡menos mal! que todo fue un mal sueño sino no podría soportarlo y me volvería a morir de un infarto.
Las luces de la Iglesia del pueblo se encendieron por completo, lamarcha nupcial comenzó, las puertas se abrieron y mi Daniela entro sola. Sus ojos cubiertos de lágrimas reflejaban la alegría del momento pero, ¿se puede llorar solo por amor?, evidentemente no y eso ella lo sabía, mejor dicho lo sabíamos todos los que la queríamos.Daniela, mi hija, la luz de mi vida, ¿cuantos años pasaron desde que vino al mundo? 20, no más, lo recuerdo bien, como recuerdo a su padre, Lucas, a quien conocí cuando solo tenía 17 nos enamoramos y casamos al poco tiempo, luego llegó Daniela, trayendo toda su alegría, todo nuestro mundo era ella, con solo mirarla sentíamos quehabíamos logrado la felicidad pero, duro poco, cuando nuestra hija tenía seis años apenas cumplidos, su padre murió. Estaba con nosotras y de pronto se sintió mal casi sin aliento me dijo:- Te quiero amor, cuida mucho a Daniela...- y allí su respiración sefue para siempre. Daniela se abrazo a su padre, no la podía sacar,desesperada y envuelta en un mar de lágrimas y llamé a la ambulancia,las dos solitas lo dependimos. Mi familia estaba lejos y yo estaba sola en la gran ciudad. No sabíaque hacer. Con el dinero que recibimos y con el que teníamos ahorrado, decidimos la vuelta a la casa de mis padres, conseguítrabajo y mi madre cuidaba a la nena por la mañana, por la tarde ibaal colegio y yo la pasaba a buscar a la salida de mi trabajo. Danielaparecía ser feliz pero, yo lo dudaba porque notaba que se encerraba mucho en ella misma, casi no hablaba y se quedaba inmóvil mucho tiempo como perdida, entonces decidí llevarla a un médico pero no tenía nada, luego fuimos a sicólogos , estaba bien. Pensé que, quizásera yo la que veía cosas donde no las había, sin embargo seguí observándola. Así paso el tiempo, un día mi madre me llama desesperada al trabajo diciéndome que fuera urgente que algo le había sucedido a mi padre ya Daniela, tambaleándome por la noticia logré llamar a un taxi. El cuadro que halle al llegar a casa era peor de lo que me esperaba mi padre acababa de morir y mi hija estaba perpleja no reaccionaba. Nopude despedirme debidamente de mi padre solo le di un beso en lafrente. Ahora solo debía ocuparme de ella. En la ambulancia me miraba fijo pero, no reaccionaba yo le hablaba, tomaba sus manos pero nada, no podía llorar, no ahora, mi hija me nesecitaba fuerte y segura a su lado. Nada la hacia reaccionar. Desesperada salí al pasillo y rompí en llanto. No lograba entender porque mi hija siendo tan pequeña tenía que pasar por todo esto ver a su padre y a su abuelo morir delante de ella, era demasiado su cabecita no lo podía procesar. Ya la noche había cubierto el cielo de estrellas, mire hacia la inmensidad y le pedí a Lucas y a mi padre que si nos veían de algún lugar que no permitieran que algo malo le pasara. Dos días después Daniela reaccionó. Entre en la sala y me estiro sus bracitos, me acerque despacio, me abrazo fuerte, luego se acurrucoen mis brazos finalmente dijo:- Sabes Mamá, anoche cuando dormía me visitaron papá y el abuelo, la enfermera los dejo entrar. Yo me quede perpleja, mi hija parecía estar delirando, solo la escuche para ver lo que maquinaba su cabecita. Ella continúo hablando...- Me dijeron que tenía que ponerme bien porque ellos siempre iban a estar cerca para ayudarme auque no los pudiera ver, y que para hablar con ellos tan solo debía mirar una estrella y pensar. Despuésme abrazaron, papá dijo que no debía llorar ni estar triste, luego sefueron. Sin saber que decir, la mire le sonreí pedí que durmiera, me senté a su lado tomando su manito chiquita. Al rato entro la enfermera, yo salí con ella fuera del cuarto y le pregunte, no se porque aún, si ella había dejado pasar a dos hombres.
-Si señora, - dijo-
Pero, cómo,- respondí enfurecida y asustada, ¿Deja pasar acualquiera que quiera ver a mi hija, debió haberme preguntado?- Señora, yo le pregunte, ¿no lo recuerda? estaba parada allí-, dijoseñalando,- junto el ventanal mirando el cielo-.
Yo ya estaba confundida. - Pero, ¿yo, que le respondí?-- Me dijo que si la escuchara y Lugo dijo que si era para ayudarlaque pasaran-
Seguía sin entender.-¿yo dije eso?--Si, lo que me extraño es que en ningún momento dejo de mirar el cielo, estaba extasiada-Bueno aquello era algo inexplicable pero, si había salvado a mi hijano le buscaría explicación. Pasaron los años, Daniela termino el colegio y en el viaje de egresados el colectivo volcó, algunos chicos resultaron heridos, Daniela repetía que ella la había salvado su padre que venía sentado a su lado y la ayudo asalir. Yo la seguía enviando al psicólogo pero decían que era normal,que no sufría ningún trastorno que tan solo tenía imaginación. Entonces le sugerí que escribiera las cosas que me relataba de su padre y de su abuelo que, según sus palabras siempre estaban a su lado para salvarla. Así logre o creí lograr que su mente se preocupara en otras historias pensando, equivocadamente, que la imaginación iba a aportar su parte, nada más lejano que eso.Una noche volvíamos con el auto del cine, por que estaba desierta. De pronto Daniela me dice:
-Frena mamá, allí esta papá, vamos a saludarlo-Yo pensé que estabaloca, mire pero no vi nada.
Para seguirle la corriente dije:-¿A dónde no lo veo?, sin dejar de manejar pero, aminorando lamarcha, y apretando nuevamente el seguro automático, no la iba adejar bajar por ningún motivo.
- Allá al frente de la iglesia- acoto
Mire había alguien parado pero no se podía ver su rostro, no se podía decir con seguridad quien era pero su padre seguro que no. Mire al frente y seguí viaje mi hija se enojo y se fue a dormir sin saludar. A la mañana siguiente trate de dialogar con ella pero, fue imposible, llame a su psicóloga y le conté el hecho, casi no le dio impotencia aludiendo que era solo porque extrañaba a su padre. Así fue pasando el tiempo y un día llegue a casa me extraño no escuchar música, ya que Daniela vivía escuchándola. La escena de miedo se volvía arepetir, ella estaba tirada en el piso inmóvil pero, con vida y otra vez la ambulancia, los médicos y las horas de espera. El medico me llamó y me dijo que al parecer era un problema mental que ella senegaba a vivir y como consecuencia de aquello anulaba con su mente elhabla y el movimiento de su cuerpo. Yo a esta altura ya no resistíamás.Igualmente trate de sacar fuerzas y no llorar, de allí en más fueron toda una larga lista de profesionales que nada podían hacer porque ella se negaba a ello.Un día estábamos en la clínica, para una de las tantas secciones que ningún efecto hacían y yo no podía más me fui cerca del ventanal y melargue a llorar, una mano firmese apoyo en mi hombro, me di vuelta rápidamente. Era mi madre, medijo:-¿Que sucede hija?-- Pero, mamá ¿Qué haces acá, porque no vas a casa a descansar?Me llevo hacia los asientos y charlamos de Daniela.
Ella tomo mis manos y dijo:
- No te preocupes hija todo tiene solución en la vida -
- Mamá no se que hacer, no tiene explicación lógica -- Quizás no la hay, tal vez debas aceptarlo -.
- No, me resigno a ello, es tan joven -
- Entonces si ya agotaste todos los caminos posibles busca losimposibles-
- No entiendo, ¿A qué te referís?- dije mirándola y secando mislágrimas.
- No malgastes tu tiempo en penas y lágrimas, por un momento pense que hubiese hecho Daniela y trata de seguir sus pasos-.
- Sería una locura- seguramente.- ¿Qué perderías con intentarlo?, busca en tus pensamientos en tucorazón en tus recuerdos-.
- Bueno, hija te dejo porque ya es tarde, me vuelvo a mi lugar--¿Volves a casa?, se me ocurrió preguntar.
- No lo creo – dijo en tono de broma y se fue por el pasillo, la mire
hasta que se perdió tras la puerta y trate de descifrar sus palabras.
Estaba sola con mis pensamientos, cuando salió la enfermera, dijo que esa noche era mejor que Daniela se permaneciese en el hospital porqueno la veían bien. Todavía había algo de sol. Decidí caminar un poco suspire hondo y sin pensarlo me encamine hacia la iglesia del pueblo, donde Daniela había visto a su padre. Entre estaba vacía hacia muchos años que no pisaba una iglesia. No recordaba como rezar pero le pedía Dios que salvara a mi hija que le permitiera vivir, caminar, hablar y sentir como una mujer que terminara con su angustia y también prometí nunca más juzgarla por sus pensamientos y actos por más incoherentes que estos fueran. Luego me senté en el antepenúltimoasiento mirando el altar. Una mano pesada y fría se apoyo en mihombro, quise darme vuelta pero no pude, Quede petrificada, helada,un escalofrió recorrió mi cuerpo, mi respiración se corto. Finalmenteya no sentí el peso de la mano y pude mirar hacia atrás no había nadie. ¿Qué había sido aquello? No lo supe solo lo supuse cuando al llegar al hospital la enfermerame informa que mi hija estaba bien que podía pasar a verla. Llame acasa para visarle a mi madre que su nieta estaba bien, me atendió una vecina y me dijo que mi madre había muerto a la mañana y que no habían podido localizarme para avisarme. No entendía nada si mi madre había estado conmigo toda la tarde o ¿solo me pareció que estaba? No sabía que hacer y a juzgar por lo hechos no le contaría nada de ello a mi hija. Pasaron los años y otra vez estábamos solas, aprendí a entenderla sin juzgar sin analizar los hechos ¿qué otra cosa podía hacer? Finalmente mi hija terminó sus estudios universitarios y entro atrabajar en una compañía aérea, allí conoció a Estaban, pero no quiso presentármelo, solo me comunico que se casaría y que entraría a la iglesia del brazo de su padre, el de ella, que cuando lo viera a su futuro marido iba ser una sorpresa para mi.Yo a esta altura ya no opinaba solo dejaba que los hechos sucedieran, me parecia haber vivido tantos años que ya no recordaba que tan solo tenía 37 años. Así llego el día de la boda, con el salón alquilado y el viaje pago. Y aquí me encuentro ahora viendo como mi hija entrasola a la iglesia creyendo que entra del brazo de su padre. Laobservo con lágrimas en mis ojos pensando... ¿Por qué su personalidadse roza con la locura? y aún no puedo entenderlo, con ansiedad tratode ver al novio pero no lo consigo, pensé que tal vez, sería porque lo tapaban me acerque un poco más y no lo vi. Ella seguía caminando llena de emoción y la gente murmuraba, me acerque como pude abriéndome paso entre la gente, ella avanzo, pareció darle la mano a alguien y se arrodillo frente al altar, a los pocos minutos se desvaneció y ya no despertó jamás. Otra vez y ahora de verdad, estaba sola en el mundo pensé ¿qué me motivaría ahora avivir? y me repuesta fue...nada. No encontraba una explicación para mi vida. Me encamine hacia el río dispuesta a tirarme, total ¿Ya mivida no tenía sentido? y eso hice creo...,no lo se, solo desperté en casa, con todos, que alivio,... ¡menos mal! que todo fue un mal sueño sino no podría soportarlo y me volvería a morir de un infarto.
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