2007

Posesión de existencia

Una noche el albur lo arrastró y lo dejo aquí, en mi mundo. La suerte estuvo de mi lado cuando una barca lo traslado muy lejos de mi esencia, por un riacho incesante, indulgente de ímpetus excedidos. El era de aquellos que viven en la batalla, con la mirada ofensiva, provocador, desafiante, no percibía las señales buenas de la existencia, la sustancia esencial de la vida, de mi vida. Esporádicamente perseguía la dicha pero, inmediatamente se fastidiaba retornando a su automatismo de celos y asechanzas absurdas. La sangre que transitaba por sus venas estaba contaminada, saturada de malicia, infectada con primitivos odios y resentimientos que naturalmente negaba. Agradecida vivo por ser la soberana de mi corazón íntegro, incorruptible, ingobernable. Así… resisto, subsisto, peregrinando sin resabios por un trayecto bien bosquejado, sin arcaicas conexiones con apegos al pasado, sin evocaciones de pasiones que tiranizaron mi vida.